Exclusivo: los entretelones de la polémica llamada de La Moneda al dueño de La Red

La asesora de Piñera, Magdalena Díaz, se quejó con el empresario que reside en Estados Unidos que “su canal se fue a la izquierda” y que “el daño que se le hace a la democracia con esta línea editorial es complicado pues genera divisiones en el país”. Ángel González le contestó que lamentaba las repercusiones por la entrevista al ‘comandante Ramiro’, pero que era parte del ejercicio del periodismo y de libre expresión.

FUENTE: INTERFERENCIA.CL

A lo largo de los 40 años en que ha construido uno de los mayores imperios televisivos de América Latina, Remigio Ángel González se acostumbró a lidiar con gobiernos descontentos con la cobertura de algunas de sus 43 estaciones de televisión y 46 emisoras de radio que posee en 15 países de la región.

Aun así, la llamada que recibió hace diez días en Miami, donde este empresario de origen mexicano reside desde fines de los años 80, lo sorprendió.

Al otro lado de la línea estaba Magdalena Díaz, asesora de Sebastián Piñera, que se había conseguido un número personal del empresario que sólo lo suelen tener directivos de Albavisión, su impero medial. La propia Díaz le dijo a González que el número se lo había pasado Javier Urrutia, quien durante muchos años trabajó para el magnate en canales de Ecuador y Chile, y que entre 2017 y mediados de 2019 fue director ejecutivo de Canal 13, propiedad de Andrónico Luksic.

El hecho de que la asesora de Piñera lo llamara a un número que considera privado, o al menos fuera del alcance de los operadores de gobierno, habría enojado a González, quien en Chile es dueño de La Red.

Javier Urrutia, ex director ejecutivo de Canal 13, lleva años tratando de encabezar TVN. Por eso le habría pasado el número privado de Ángel González a La Moneda, como una manera de agraciarse.

“Magdalena Díaz agarró el teléfono y llamó a la empresa matriz de esta estación televisiva en Miami para quejarse por la cobertura y dijo que lo hacía gracias a que Javier Urrutia le dio el número”, afirmó el periodista Mirko Macari en su columna televisiva en La Red el pasado jueves 25. “Pero Díaz no sabía que mencionar a Urrutia era como llamar a la Embajada de Israel para pedir algo viniendo recomendado por Daniel Jadue”, remató. En efecto, Urrutia fue director ejecutivo de La Red entre 2010 y 2017, pero habría salido en mal pie por su mala gestión financiera y por un estilo de ostentación y confrontación con empleados que fue generando un fuerte rechazo hacia su figura.

Pero Ángel González, que en la industria llaman “el fantasma” -en parte porque rehúsa de figurar en público, pero también por formar intrincadas sociedades que hacen difícil rastrear su propiedad en los medios- también se habría sorprendido por el motivo del llamado: quejarse porque el programa Mentiras Verdaderas había emitido el lunes 15 una entrevista con Mauricio Hernández Norambuena, el ex frentista que actualmente cumple una condena de 30 años por el asesinato de Jaime Guzmán y el secuestro de Cristián Edwards.

La emisión de la entrevista con el ‘comandante Ramiro’ causó especial indignación en la UDI, que presionó por sanciones a Gendarmería y que, a través del poderoso jefe del segundo piso, Cristián Larroulet, llevó el tema al corazón de La Moneda.

Fue hacia fines de la semana en que se emitió la entrevista que el círculo presidencial decidió hacer las gestiones para llamar a Ángel González a Miami y quejarse no sólo de ese programa puntual, sino de la línea editorial que ha ido tomando La Red.

Según supo INTERFERENCIA, hubo asesores que advirtieron que se trataba de una mala movida que rápidamente podría volverse en contra del propio gobierno si se hiciera público.

Pero se impuso la línea dura y se dio luz verde a una operación que, a la postre, dejó a Piñera como un político torpe o, peor aún, como un gobernante que trata de restringir la libertad de expresión y de prensa.

“Su canal se fue a la izquierda”

En un principio, Ángel González recibió amablemente la llamada, pero no sin antes hacer una breve clase de historia de Chile a su interlocutora, comentándole su impresión acerca de la dictadura de Augusto Pinochet. Aunque González es descrito como un hombre de tendencia política más bien conservadora, no fue sino hasta el año 1990 que el empresario decidió por primera vez hacer negocios en el país.

El paso en falso de La Moneda era previsible. “Los tiempos de las llamadas políticas para sacar y poner a jefes editoriales según el antojo de los gobiernos de turno ya pasaron”, comenta un ejecutivo de la industria.

Según fuentes que están al tanto de la conversación entre ambos, Magdalena Díaz le dijo a Ángel González que el presidente Piñera estaba preocupado porque “su canal se fue a la izquierda”. También le comentó que “el daño que se le hace a la democracia con esta línea editorial es complicado pues genera divisiones en el país”. Finalmente le pidió que interviniera la gestión del periodista Víctor Gutiérrez como director ejecutivo de la estación.

González la escuchó con atención, pero le dijo que no, que Gutiérrez cuenta con su plena confianza y que lamentaba las repercusiones por la entrevista, pero que era parte del ejercicio del periodismo y de libre expresión.

El paso en falso de La Moneda era previsible. “Los tiempos de las llamadas políticas para sacar y poner a jefes editoriales según el antojo de los gobiernos de turno ya pasaron”, comenta un ejecutivo de la industria. “Este caso demuestra que aún hay gobiernos en Latinoamérica que no entienden el mundo nuevo”.

Más lapidario fue otra persona que trabaja en esta industria y que también prefirió no dar a conocer su identidad. “Ángel González conoce muy bien a Piñera, lo conoce como empresario y, como tal, no le tiene mucho respeto”, asegura. “Aquí intentó apagar un fuego con bencina”.

El rol de Javier Urrutia

El ex director ejecutivo de Canal 13 lleva años tratando de encabezar TVN aseguran quienes lo conocen. Por eso le habría pasado el número privado de Ángel González a La Moneda, como una manera de agraciarse y sumar puntos en su afán por seguir en la industria televisiva nacional.

Pero entre las ambiciones públicas de Urrutia, abogado de la Universidad de Chile, también figura una postulación extraña para alguien que ha trabajado por más de dos décadas en la TV. Según informaciones a las que accedió INTERFERENCIA, Javier Urrutia hizo lobby para convertirse en jefe de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) tras la salida de Luis Masferrer en noviembre de 2019. Pocos meses antes, en junio, tuvo que abandonar la dirección del canal de Luksic tras una gestión de dos años que no logró sacar a la estación de los números rojos, pero sí vio una fuerte reducción en personal y creación de contenidos propios.

Urrutia (49 años) estuvo en la lista corta para encabezar la ANI, pero finalmente se impuso Gustavo Jordán, con una larga trayectoria en la Armada.

El único lazo público que Urrutia ha tenido con la comunidad de inteligencia fue cuando Vladimiro Montesinos, el ex jefe de inteligencia de Fujimori, lo acusó en 2009 de espiar para Chile mientras era gerente general del canal Frecuencia Latina en Perú.

Su paso por ese país y canal, cuya línea editorial era fujimorista, duró menos de dos años y en 2010 Ángel González le propuso hacerse cargo de La Red en Chile. Ya con anterioridad, entre 2005 y 2008, Urrutia se había desempeñado como ejecutivo en la estación privada RTS de Ecuador, propiedad de González.