ARGENTINA, AMERICA LATINA Y EL MULTILATERALISMO

Editorial semanal de Tesis 11

ARGENTINA, AMERICA LATINA Y EL MULTILATERALISMO

El extraordinario desarrollo generalizado de China en las últimas cuatro décadas y asimismo el resurgimiento de Rusia como potencia mundial, han impuesto en los hechos el multilateralismo como creciente realidad mundial. El hecho de que particularmente China, cuyo poderío en todos los órdenes rivaliza ya con el de los EEUU, realiza acuerdos económicos en todo el mundo sin condicionar la política interior o exterior de los países, camino que también está siguiendo Rusia, abre perspectivas muy favorables a los países, en particular los subdesarrollados, para diversificar el destino de sus exportaciones y el origen de sus importaciones y, asunto también de gran importancia, conseguir financiación para proyectos de infraestructura y radicaciones de capitales en sectores económicos de su interés sin que les impongan a cambio condiciones violatorias de sus soberanías.

Es por ello que Argentina y en general los países de América Latina, han desarrollado en las últimas décadas importantes relaciones económicas con China, y algunos países también con Rusia. Pero es muy amplia la posibilidad de intensificar esas relaciones y también de aprovechar que el creciente multilateralismo obliga objetivamente a las principales potencias capitalistas, como EEUU y sus aliados europeos y asiáticos, a mejorar las condiciones que les ofrecen a los demás países en sus relaciones económicas, si quieren tener chances de competir con los ascendentes China y Rusia.

En efecto, aunque EEUU y sus aliados subordinados a su política exterior, particularmente los europeos, han emprendido una cruzada ideológica y económica contra China y Rusia, ante la evidencia objetiva de que debido a ellos, y a la crisis creciente en el capitalismo, han perdido la hegemonía mundial que tuvieron desde la desintegración de la Unión Soviética en adelante, no parece que con campañas de descrédito y algunas medidas de retorsión económica, contra esos países, les vaya a alcanzar para impedir que se siga afirmando el multilateralismo a nivel mundial, ante la realidad del poderío alcanzado por China y Rusia, muy particularmente del “dragón asiático”.

Dos ejemplos importantes del rol positivo que puede jugar el multilateralismo para nuestros países latinoamericanos, lo podemos constatar en la forma en que Venezuela y Cuba logran defenderse, al menos parcialmente, del criminal bloqueo económico, e incluso sanitario, al que están sometidos por los EEUU y sus socios subordinados europeos, mediante una creciente colaboración económica con China, Rusia e inclusive Irán, entre otros países. Otro ejemplo positivo, que concierne a la mayoría de los países de nuestra región, ante el drama de la pandemia, es la obtención de vacunas rusas y chinas en cantidad, que incluso se plantea producirlas localmente, cuando otros países retacean ese suministro.

Argentina, en la situación actual de grave endeudamiento externo que nos dejó el gobierno de Macri, tiene muy cuesta arriba la posibilidad de acceder a financiamiento proveniente de EEUU, Europa y Japón; pero tiene propuestas de China de financiar obras de infraestructura e inversiones de empresas de ese país por unos 30.000 millones de dólares, según informó la Cámara Argentino China, y de varios miles de millones de dólares de Rusia en igual concepto, según mencionó a la prensa el embajador ruso en nuestro país. Asimismo, la reorientación hacia el fortalecimiento de su inmenso mercado interno, decidida por el gobierno chino, amplía las posibilidades de aumentar exportaciones latinoamericanas hacia ese país.

Por supuesto, depende del gobierno argentino definir cuáles de los proyectos en negociación con China y Rusia interesan, fundamentalmente desde el interés prioritario de los sectores populares que lo votaron y sostienen. Siendo también de gran importancia estratégica que continúe impulsando la coordinación entre los países de América Latina, empezando por el sostenimiento y ampliación del Mercosur, ya que es lo que permitiría una mucha mayor capacidad negociadora regional para aprovechar las oportunidades del crecientemente afirmado multilateralismo. Es una tarea permanente, tan compleja como insoslayable, que enfrenta las dificultades de los diferentes intereses parciales de las burguesías de cada país, pero que cuenta asimismo con el interés objetivamente favorable de los sectores populares de los países hermanos latinoamericanos.

Por último, aunque no menos importante, conviene recordar que China y Rusia reconocen el reclamo de soberanía de Argentina sobre las islas Malvinas e islas del Atlántico sur. Asunto muy sensible para nuestro país y, entendemos, para toda Latinoamérica.

Tesis 11