“El vuelo de Canquén”. Réquiem por la muerte de Pedro Enríquez

FUENTE: MAGAZIN LATINO.

En Concepción muere el abogado Pedro Enríquez Barra, quien fuera allí el primer secretario regional del MIR, 1965-1968. El Profesor Marcello Ferrada de Noli, uno de sus compañeros en la fundación del MIR, y entonces Jefe de la Brigada Universitaria del MIR en Concepción, le rinde un homenaje en prosa y poesía.

Por: Marcello Ferrada de Noli

 

Mis recuerdos. Pedro Enríquez Barra tuvo una temprana participación en la formación del MIR[a] Venía del grupo trotskista de Gamaliel Carrasco, y el primer encuentro orgánico con él lo realizamos en una reunión en la casa del Dr. Edgardo Condeza en marzo 1964, o sea un mes después de nuestra partida del Partido Socialista, en su XX Congreso. Más tarde entró junto a nosotros a la VRM y en 1965 fundábamos el MIR. En el destartalado microbús que nos llevó a Santiago él iba sentado al lado de Juan Saavedra Gorriateguy (“Patula”, como lo llamábamos cariñosamente, luego también abogado como Pedro, y con los años alcalde de Pedro Aguirre Cerda). El CC confirmó a Pedro como Secretario Regional en Concepción, cargo que ya tenía en el tiempo de la VRM. 

   

Como a incontables otros, realmente muchos otros, en lo personal me asistió profesionalmente en varias ocasiones con motivo de mis detenciones y encarcelación, principalmente en 1967 y 1969. Lo llamaban con justicia “el abogado del MIR”, y de hecho fue el asesor jurídico de la FEC en nuestro tiempo. La última vez que lo vi fue el 17 de enero de 1974, en el Estadio Regional de Concepción, cuando se lo llevaron a Chacabuco. Fue siempre muy correcto, circunspecto, solidario, incluso en lo personal. Por ejemplo, en nuestros tiempos de estudiantes de Derecho, nos dio en su oficina de abogado, a Juan Saavedra y a mí, trabajo ocasional como procurador judicial [b] en casos de derecho laboral. Juan Saavedra continuó en ese desarrollo al alero profesional de Pedro, y mantuvieron una gran y continua amistad que solo la interrumpió esta partida.[c]

 

Mi recuerdo en lo político-orgánico, es que mientras Pedro era jefe regional del MIR, tiempo en que en gran parte estuve a cargo de la Brigada Universitaria del MIR, tuvimos más de alguna discrepancia sobre cómo llevar las cosas adelante, en su velocidad y profundidad. Lo recuerdo como muy sabio y prudente, y sin sus reservas las cosas habrían resultado aún peor para todos nosotros en el período de la primera clandestinidad de 1969-70. A pesar de nuestras diferencias siempre lo he considerado un militante ejemplar y disciplinado (categoría de la que por supuesto me excluyo), y con una solvencia moral inigualable. Pedro estuvo, en total, en ocho centros de detención entre Concepción, Talcahuano y Santiago, incluyendo su larga detención en Chacabuco. En 1975 debió partir al exilio en Francia, en donde militó en el Partido Socialista. Las posiciones que él mantuvo fueron siempre de izquierda humanista, y jamás renunció al ideario ético del MIR histórico. 

 

Y es aquella consecuencia que él tuvo, el no cambiar de ideología básica ni principios políticos fundamentales, lo que hoy me ha inspirado este humilde pero sentido réquiem pedagógico, a continuación de este texto. Debo aclarar que yo entiendo como “ideología básica” no un conglomerado de exégesis doctrinarias, sino como a la expresión en la praxis política personal, de una postura ética primaria: la de siempre estar al lado de los más oprimidos, por su justicia y dignidad, y la de apoyar sus luchas libertarias. Al contrario del ejemplo de Pedro, y el de la gran mayoría de los que sobrevivieron el MIR histórico, algunos casos de ex militantes del MIR “cambiaron la chaqueta”. Siguieron llamándose de Izquierda, pero algunos llegaron al punto de ganarse el pan desde posiciones de gobierno que prosiguieron la persecución a los militantes que, equivocados o no, se mantuvieron fieles a tácticas revolucionarias aprendidas o inspiradas en el viejo MIR –y que en aquel tiempo las suscribíamos no como ‘delictivas’, sino como cuestión de honor. Contrastando con la siempre consecuente postura de Pedro Enríquez Q.E.P.D., una moraleja de estos versos es que los que abandonan su redil ético primario, nunca serán aceptados como leales por sus antiguos enemigos, y nunca podrán contar de nuevo con la lealtad de su nido original.

 

 

“El vuelo de Canquén”
(Moraleja que dejó el abogado de los pobres)”

 

 
Loica de Concepción con los colores de la bandera del MIR.

 

(Por Marcello Ferrada de Noli)

Ya murió el abogado de los pobres

Esta noche las lágrimas del pueblo

Cubrirán su espíritu de blanco

En su honor altruista y militante.

 

Golondrinas barranqueras en bandadas

Se encargarán de llevarlo a su descanso

Las guiará una loica pecho rojo

Esparciendo dolor negro con su grazno.

 

En longeva vida consecuente,

atesoró reflexiones y vivencias.

Un cuento,

que bien pudo

haber brotado

de sus labios,

muy bien podría ser este siguiente:

 

Cuentan que en el barrio de hermosura

en la insigne U de Concepción, 

en torno a la Laguna de los Cisnes [d]

vivía un pájaro mendigo.

 

Ignorado por el vulgo espectador

fue en vez bautizado por la ciencia:

Te llamarás Chloephaga poliocephala.[e]

A lo que el pájaro protesta. 

 

Me llamo Canquén, él repetía, 

pero nadie lo veía ni escuchaba.

Identidad política de paria,

el hambre poco a poco lo mataba.

 

Afligido hasta el cansancio,

de académicos sin brillo,

y de cisnes petulantes

despojados de empatía,

 

De estudiantes sin conciencia,

Y profesores sin orgullo,

con su corazón dado vuelta,

y colocado en sus bolsillos.

Su alma caviló 

sobre su pájaro destino,

y decidió un plan de fuga

que incluía su retorno- 

 

“Me voy a la tierra de los cisnes, 

aprendo su idioma y su cultura, 

me tiño los cabellos de mis plumas, 

y regreso con la luz de La Sorpresa.”

 

(La sorpresa es el Asombro 

ayudado por la Ausencia,

que olvidando entre los hombres

cuál fue nuestra ideología

la impide comparar

con lo que son nuestras obras)

 

“Entonces me llamarán 

’el Cisne que volvió’

Y compartirán conmigo

el pan de sus migajas

Y me elegirán de caudillo 

Y reinaré entre sus acequias.”

 

Vuela, vuela, vuela…

 

Ya una vez en el remonte de los cielos, 

Canquén se encontró con una anciana.

Era un cisne cuello negro, 

ojos verdes de laurel, 

sosegada en un trono 

de nieve y de suspiros.

 

Palabras como perlas

del fondo de un mar sereno

fluían en cascadas

como sus plumas de plata.

 

–Querido Canquén diminuto,

Tienes la mirada de un león

Pero sin sus garras en tus uñas.

No tienes esa fuerza,

Ni la de un hombre desnudo.

Pero quieres cambiar el mundo

y tu canto de pájaro pequeño.

 

Quieres ser un cisne 

Unus sed leo [f]

Con alas de arcoíris

Y un vozarrón de fierro.

Quieres cambiar tu piel

Para comer sus alimentos.

 

Quieres ser comandante

Sin saber ser soldado

Quieres navegar los mares

Sin haber sido marino

 

Quieres ser un rey ‘bueno’

Pintando tu sangre

De color azul

Sin saber que la de ellos

Es incolora de bondad

Inodora de empatía

E insípida, 

como su crueldad.

 

(La bandera del pueblo 

es Roja como venganza

Blanca como pureza

Negra como la noche,

Como esta que cobija 

el apresto de mis armas

mientras te digo adiós.

Atacaremos al alba).

 

Ahora escúchame Canquén diminuto,

 

Quieres ser el gobierno de los cisnes

a partir de tu apetito egolatrado

Pero el poder ejercido sin amor

sólo engendrará tu cautiverio.

 

Así como victoria

sin piedad,

a un enemigo

que yace por el suelo,

el poder practicado sin cariño

excluye el honor, la gloria niega.

 

Y la vida sin honor no es una vida.

 

Triunfamos solamente

si somos lo que somos

y somos lo que hacemos 

y no lo que usurpamos.

 

Por tanto te diré

La historia que se encuentra

En la experiencia entera

De todos los Canquén 

Desde Esopo a La Fontaine 

Desde Iriarte a Samaniego:

 

Érase una vez 

Un ave de nombre Milano 

quien tenía mucha admiración

por el relincho de un caballo.

 

Érase una vez 

que se posa cerca de él 

y comenzó a imitarle, 

gritando cuanto podía,

y tanto fue su esfuerzo,

que al final perdió su voz. [g]

 

No sólo no aprendió

a relinchar como un equino

Tampoco ya más logró 

graznar como un milano.

 

Cuando volvió a su tribu 

no pudo dar la contraseña.

Los milanos asustados 

lo expulsaron por cautela. 

 

O como el cuervo negro

que pintó sus alas

para entrar al corral

de pichones blancos,

y devorar comidas

que no eran suyas.

Y al descubrirlo, 

lo tiraron fuera.

Y quedó sin casa,

con plumaje extraño,

que ni sus propios pares

le reconocían [h]

 

–Querido Canquén diminuto,

Vuela pronto a tu redil. 

Respétate por lo que eres

Y podrás ser comprendido.

 

Si no puedes cambiar 

a los cisnes de la laguna

No cambies tú,

Cámbiales el agua. 

Y a los profesores y estudiantes

Les cambias su sociedad.

 

Y en el intertanto

Toma sólo lo que es tuyo

Dales sólo lo que es de ellos

Y por la razón y su fuerza

Sólo abraza tus principios

Y tu propio abecedario.

 

   Marcello Ferrada de Noli, 13 abril 2021

 

Notas

 

[a] Los que fundamos el MIR https://libertarianbooks.eu/2021/03/03/los-que-fundamos-el-mir-origenes-del-movimiento-de-izquierda-revolucionaria/

[b] Actuación en los tribunales de justicia en representación de un abogado, era una posibilidad para estudiantes luego del tercer año de Derecho.

[c] Último contacto acaecido solo cinco días antes de la muerte de Pedro.

[d] Con los años conocida como “Laguna de Los Patos”.

[e] http://avesdeconcepcion.blogspot.com/2006/07/canqun-chloephaga-poliocephala.html 11th July 2006

[f] Del Latin: ”Uno, pero un león”.

[g] Esopo, El milano que quiso relinchar. Fábulas Completas, Ediciones Ibéricas, 1965. Pág. 56.

[h] Esopo, La corneja y los pichones. Fábulas Completas, Ediciones Ibéricas, 1965. Pág. 69.