FUENTE:SOA Watch
Esta semana, SOA Watch, el Colectivo de Solidaridad Testigo por la Paz, el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia en Honduras (MADJ) y otras 60 organizaciones estadounidenses y hondureñas están enviando una carta a la Secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, instando a los Estados Unidos a oponerse a la financiación del Proyecto Hidroeléctrico Jilamito en Honduras.
Durante años, los miembros de las comunidades locales, organizados en el MADJ, han mantenido un campamento para defender el río Jilamito de este proyecto. Se han enfrentado a amenazas de muerte, violencia y criminalización. El alcalde local y otros líderes locales se enfrentan a cargos penales por defender el río. Un mes después de ser acusados, Carlos Hernández, el abogado defensor del alcalde, fue asesinado.
La Corporación Financiera de Desarrollo de Estados Unidos (DFC) ha declarado públicamente que financiará el proyecto como parte de la inversión de 1.000 millones de dólares en el sector privado de Honduras. El año pasado, la congresista Ilhan Omar encabezó a más de 25 congresistas en una carta pública oponiéndose a esta financiación.
El MADJ ha denunciado repetidamente las amenazas, las violaciones de los derechos humanos y las acusaciones de corrupción relacionadas con el proyecto. A pesar de todo esto, BID Invest, el brazo del sector privado del Banco Interamericano de Desarrollo, ha aprobado un préstamo de 20,25 millones de dólares para el proyecto. Estados Unidos es, con mucho, el mayor accionista del BID.
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La carta señala las numerosas coincidencias entre el Proyecto Hidroeléctrico Jilamito y el Proyecto Hidroeléctrico Agua Zarca, y donde Berta Cáceres fue asesinada por oponerse. Además de la violencia, la criminalización y las amenazas a las que se enfrentan los opositores al proyecto, ambos proyectos fueron aprobados en el período posterior al golpe militar de 2009 en Honduras, cuando los recursos naturales fueron entregados rápidamente a la élite hondureña. El MADJ ha denunciado la corrupción y las irregularidades relacionadas con el proceso de concesión, así como los daños ambientales, pero no es de extrañar que el sistema judicial hondureño aún no haya resuelto sus quejas.
Estados Unidos justifica el apoyo a proyectos como el Proyecto Hidroeléctrico Jilamito -a través de los llamados bancos de “desarrollo”- alegando que dicho “desarrollo” evitará la migración. Por el contrario, la imposición violenta y militarizada del modelo económico neoliberal de Estados Unidos -que incluye la privatización de los recursos naturales- es en sí misma una causa fundamental de la migración desde Centroamérica. Esto no es “desarrollo” -sirve para privatizar y concentrar los recursos naturales en manos de la élite- y con frecuencia se impone a través de la militarización y la represión de las comunidades y organizaciones que defienden su agua, su tierra y sus derechos, con el apoyo de Estados Unidos.
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Gracias,
SOA Watch
