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La activista vivía en Combarbalá, donde se le asocia a la resistencia a la instalación de un embalse para una pisquera y a una central termoeléctrica.
La ambientalista Javiera Rojas Veas (42) fue hallada muerta este domingo en un inmueble abandonado en la ciudad de Calama, en la Región de Antofagasta.
De acuerdo a lo que ha informado Radio Bío Bío, el lugar donde fue encontrada Rojas por un ciudadano extranjero que dio aviso a Carabineros, había sido demolido por las autoridades, pero algunas habitaciones seguían en pie, siendo utilizadas por algunas personas para alojar.
Al ser encontrada por la policía, la mujer estaba atada de pies y manos.
Este lunes la Policía de Investigaciones (PDI) detuvo a dos hombres como presuntos autores de la muerte de Javiera Rojas.
A través de una publicación en sus redes sociales, desde el Movimiento por el Agua y los Territorios -MAT- recordaron a Javiera, quien vivía en la comuna de Combarbalá en la Región de Coquimbo, específicamente en el sector de Cogotí 18.
La agrupación detalló que Rojas estaba vinculada a los campesinos que defendían las tierras de la localidad de El Durazno, la que estaba amenazada por un proyecto de la industria pisquera que, según destacaron, a través del llamado Embalse La Tranca “pretendía inundar hectáreas de memorias geológicas y biográficas construidas bajo la tutela del cerro Chaguareche”.
Junto con ello se ha asociado a la activista a la lucha contra la instalación de una central termoeléctrica de respaldo en Combarbalá, a cargo de la empresa Prime Energía.
Entre quienes se han pronunciado por este crimen está también el diputado del Partido Comunista (PC), Daniel Núñez, quien a través de sus redes sociales calificó lo ocurrido como “indignante” y recordó la calidad de “activista en defensa del agua y el medioambiente de la comuna de Combarbalá” de Javiera. “Espero se investiguen las causas de su asesinato y si corresponde femicidio se defina como tal. Exijo justicia!!”, escribió el parlamentario.
