por Félix Madariaga
Con inquietud hemos visto el intento del ex Presidente de Bolivia, Evo Morales, de cuestionar y extorsionar el legítimo gobierno del actual Presidente Luis Arce. Siempre habrá críticas a los gobiernos de turno, pero el principio que debe guiarlas es el diálogo y el respeto a la voluntad del pueblo que soberanamente ha elegido a sus representantes en las urnas. En una región en la que tanto ha costado construir y fortalecer la democracia, no es posible aceptar intentos personalistas para desestabilizarla. Para profundizar un poco más de lo que está sucediendo en el país vecino, El Indoamericano, pudo conversar con Eva Gloria Chuquimia, Encargada de Negocios de Bolivia en Perú.
EI: Brevemente, ¿qué está sucediendo en Bolivia en este momento con el emplazamiento realizado por el ex Presidente Evo Morales al Presidente Luis Arce para que reemplace a su gabinete si quiere seguir gobernando?
EGC: Ayer, 24 de septiembre, nuestra ministra de Relaciones Exteriores Interina, María Nela Prada, se reunió con nuestro cuerpo diplomático, para tratar este tema. En ese sentido, la cancillería boliviana ha denunciado que, en una concentración que se ha realizado – como todos hemos visto – el pasado 23 de septiembre en la ciudad de La Paz, el ex presidente Evo Morales ha amenazado con interrumpir la continuidad del orden democrático, dando un plazo de 24 horas para que el Presidente Luis Arce cambie sus Ministros si quiere seguir gobernando. ¿qué quiere decir esto? claramente se busca interrumpir el curso natural de un gobierno legítimamente elegido en el año 2020, y nosotros rechazamos las declaraciones realizadas por el ex presidente Evo Morales, como rechazaríamos cualquier tipo de extorsión o condicionamiento contra la voluntad del pueblo que ha sido totalmente libre para elegir a sus gobernantes.
EI: ¿Cuál ha sido la respuesta del gobierno del Presidente Luis Arce ante este emplazamiento?
EGC: El gobierno legalmente constituido del Presidente Luis Arce ha demostrado claramente su vocación democrática, convocando reiteradamente al diálogo de manera reiterada durante esta semana, incluso hace más, dos semanas antes que esto ocurriera; y ha expresado con la claridad que le distingue su intención de resolver este conflicto interno de una manera llana y humilde, pero no hemos sido escuchados, más bien al contrario.
EI: ¿cuál es el objetivo de Evo Morales con esta movilización?
EGC: Lo que quiere Evo Morales es ser nuevamente candidato a la presidencia en el año 2025, ignorando la interpretación de la Constitución Política del Estado boliviano que lo prohíbe. El paso previo para lograr su candidatura, es, que el Presidente y el Vicepresidente del país renuncien para que consiguientemente el actual presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, asuma como mandatario de Bolivia y desde allí habilite su candidatura.
EI: ¿Cuáles podrían ser las consecuencias de este movimiento encabezado por el ex presidente Evo Morales?
EGC: son gravísimas considerando también que, desde hace más de dos años, estamos siendo bloqueados por el Senado Nacional, donde han sido presentados muchos proyectos dirigidos no solamente hacia el desarrollo del país, sino también rumbo al bicentenario que es el año 2025, en que Bolivia cumple 200 años. Una agenda que en este momento, se está discutiendo en la Asamblea General de las Naciones Unidas, y la actitud de Evo Morales y el sector que le acompaña, está interrumpiendo este camino, no sólo a nivel internacional, sino también local, afectando a nuestra población, a los proyectos en beneficio de nuestras comunidades vulnerables y del desarrollo económico, que para nosotros es más que imprescindible.
EI: ¿Qué es lo que esperan?
EGC: Pedimos que se respete el 55% de apoyo que tiene el Presidente Luis Arce porque nadie quiere vivir amenazado, porque lo que pasa en Bolivia podría pasar en otros países de la región. Bolivia quiere vivir en paz y esperamos el apoyo genuino que gratamente le han dado a mí país, a nuestro gobierno y a nuestros compatriotas que viven allá en Chile, que hoy son casi 200 mil bolivianos.